A la pregunta como lo haces, Martin Whatson te contesta es bastante simple: debujo, amplio, recorto, tomo un avión, pinto. Es uno de los artistas stencil más cotizados en el mundo, sigua desde más de 15 años utilizando su propio nombre. La prioridad? Sus 2 hijos. Martin Whatson, nacido 1984, superhéroe escandinavo.
© Robby Rent,
Las Vegas (USA), 2016
Oslo, a principios de los años 2000. Después de graduarte en Arte y Diseño, ¿ya tenías la idéa de convertirte en un artista de renombre internacional?
«No, realmente no es así. Para decir la verdad, en el momento de la Westerdals School of Communication, mi aspiración era convertirme en un diseñador gráfico y la streetart era solo una pasión para mí, un pasatiempo. Hacer graffiti fue una evolución natural, en el pasado yo estaba creando mucho. Me acuerdo que, después de un largo período de tags y piezas rápidas con el marcador, quería intentar hacer un muro legal para probar mi habilidad con la lata. Así que fui con mi novia de la época y mi amigo writer Tare, un chico noruego con mucha experiencia en ese mundo. Honestamente, el resultado fue una verdadera mi**da, pero me di cuenta de lo inspirador y divertido que podría ser este mundo.»
Los países nórdicos son famosos por su tolerancia cero hacia el graffiti. ¿Ha influido esto en tu carrera y en la posterior transición a el stencil?
«Es verdad, toda la escena sufre mucho por esta política que condena enérgicamente nuestro arte en lugares públicos. En mi caso, hice de todo: muros ilegales y legales, desde personajes hasta lettering. También considero el uso del stencil como un paso más en mi evolución artística natural. Un día un amigo me ensegnó unos trabajos de Banksy que tenía en casa. Pasé un tiempo en la computadora documentandome, Instagram no existía todavía y las fotos se cargaron en Flickr en ese momento. Decidí que era la hora de experimentar esta técnica yo mismo después de leer Banging Your Head Against A Brick Wall de Banksy, me fascinó enviar un mensaje a la gente.»
© Robby Rent,
Manchester (UK), 2016
A lo largo de los años, has desarrollado un estilo único y reconocible en tus piezas: un stencil de escala de grises y muchos graffiti de colores.
«Así es. Durante mucho tiempo utilicé una escala de grises en los distintos niveles de la plantilla para el sujeto, con un color sólido de impacto en el fondo. A lo largo de los años, he desarrollado esta técnica para romper el aspecto rígido y gráfico del stencil y al mismo tiempo retomar los elementos de la cultura del graffiti que amé y usé durante mucho tiempo. Un mensaje está presente en cada trabajo, no directamente porque creo que es importante que las personas puedan interpretarlo individualmente, cada uno a su propia manera.»
‘The cycle’ para el Outdoor Festival en Roma. Una habitación entera con la interminable batalla entre el escritor y el pintor. ¿Es la historia de streetart?
«Sì y no. Se puede entender tanto como la batalla entre el streetart legal contra el graffiti y el pintor que, haciendo su trabajo, va contra una persona que intenta dejar su propia marca en la empresa. Las personas que tienen que limpiar y las que dañan voluntariamente otras piezas siempre han estado allí y siempre estarán allí, no hay nada nuevo en esto. Me fascinan los cambios diarios de las obras en nuestro entorno urbano, debido tanto a la interferencia humana como al envejecimiento progresivo y la descomposición natural.»
© Robby Rent,
Roma (ITA), 2015
© Robby Rent,
Roma (ITA), 2015
© Robby Rent,
Roma (ITA), 2015
‘Behind the curtain‘ en Wynwood, es una de tus obras más icónicas. Lo encontré incluso rehecho en un escaparate en Cartagena de Indias. ¿Cómo te sientes al respecto?
«Esta imagen se ha utilizado un número infinito de veces, muy a menudo una copia desvergonzada, como en el caso de tu foto. ¿Puedes creerlo si te digo lo de la imagen es realmente yo, con mi sudadera a rayas? Es un stencil creado por una de mis fotos y me parece muy divertido que la gente no pierda el tiempo cambiándolo o volviéndolo a hacer. Simplemente usan la misma foto, por lo que me encuentro en muchos anuncios, sin saberlo. Siempre trato de eliminarlos si se usan con fines comerciales, buscando compañías grandes que deberían estar familiarizadas con las leyes y derechos de autor.»
© Robby Rent,
Wynwood - Miami (USA), 2016
© Robby Rent,
Cartagena de Indias (COL), 2018
Ahora me gustaría, por una vez, hablar de logística. Supongamos que te invitan a pintar y quieres traer dos nuevos stencil, ¿qué sucede en este momento?
«El proceso es bastante simple, la mayoría de las veces funciona así:
– dibujo
– amplío
– recorte el stencil
– tomo un avión
– pinto
Normalmente, una vez que tengo el tamaño exacto del dibujo, necesito una semana o dos para cortar las distintas capas del stencil y luego par pintar me lo arrreglo con uno o dos días como máximo.»
¿Siempre preparas todo en casa y llevas el material contigo?
«Depende del viaje y del tamaño del stencil, generalmente sí. Te voy a decir un secreto: por comodidad, usé la bolsa de mis esquís de fondo para transportar el material, para luego descubrir que también puedo embarcarlos pasándolos como equipo de esquí.» [risas]
© Robby Rent,
Stavanger (NOR), 2015
© Robby Rent,
Stavanger (NOR), 2015
© Robby Rent,
Stavanger (NOR), 2015
© Robby Rent,
Stavanger (NOR), 2015
© Robby Rent,
Stavanger (NOR), 2015
© Robby Rent,
Stavanger (NOR), 2015
© Robby Rent,
Stavanger (NOR), 2015
Artista de tiempo completo y papá. ¿Cómo lo haces todo?
«En realidad es bastante simple: cuando están en la guardería o cuando duermen, comienzo a trabajar. Cuando están conmigo, se convierten automáticamente en la prioridad. Crecer dos niños sanos, tratar de hacerlos adultos responsables un día, es una de mis mayores satisfacciones en la vida. Así como, profesionalmente, es ser capaz de vivir gracias a mi arte.»
© Robby Rent,
Latina (ITA), 2015
© Robby Rent,
Fondi (ITA), 2015
© Robby Rent,
Borgo Hermada (ITA), 2015
© Robby Rent,
Gaeta (ITA), 2015
© Robby Rent,
Gaeta (ITA), 2015
Desde hace años, en todos los vuelos que tomas, siempre eres el último en subir al avión, ¿no es así?
«Lo intento, pero la competencia es feroz con los ancianos y los impuntuales crónicos. [risas] Mi razón principal es que, después de tantos vuelos, odio hacer fila para subir, hacer fila para sentarme y esperar a que llegue y se siente el último. Así que lo resolví yendo directamente el último. Debo decir que se ha convertido en una especie de proyecto en los últimos años…»